9 de enero de 2009

TURQUESA


Hubo momentos en mi vida que sentí la necesidad imperiosa de gritar mi verdad y que todo el mundo supiera lo que estaba pasando dentro mío. Nunca lograba encontrar las palabras justas. Me costaba expresar los sentimientos de manera simple y clara. Terminaba enredada en mis propias palabras y frustrada por no poder comunicar mi interior.

No quiere decir que ya no me pase, solo que ahora es con menor frecuencia, y todo gracias a esta piedra.

La Turquesa me ayudo mucho en este trabajo de comunicación interior en primer lugar, y con los demás en segundo. Es una piedra que necesite llevar colgada del cuello durante mucho tiempo para soltar mi garganta. Era como tener un caramelo de menta de esos que la refrescan y alivian su dolor. La Turquesa disuelve angustias alojadas en esa zona, sin lugar a dudas.
Ya cumplió un ciclo en mi pero todavía tengo ese collar que mi Mama me trajo de Egipto. Ahora ya no necesito abrir mi garganta sino profundizar en el contenido de lo que quiero expresar al mundo.

Sistema Cristalino: Triclínico
Dureza: 5-6
Origen: Estados Unidos, Egipto, México, China, Irán, Perú, Polonia, Rusia, Francia, Tíbet, Afganistán, Arabia, Irán
Chakra: Garganta, Tercer Ojo
Numero: 1
Signo del Zodiaco: Escorpio, Sagitario, Piscis
Planeta: Júpiter, Venus, Neptuno
Es Beneficioso para: Amistad, lealtad, autorrealización, cambio de humor, amor romántico, purificación, bruma electromagnética, agotamiento, depresión, ataques de pánico, vergüenza, culpabilidad, antiinflamatorio, desintoxicación, meridianos, campos energéticos sutiles, sistemas inmunitarios físico y metafísico, regeneración de los tejidos, asimilación de nutrientes, polución, infecciones virales, ojos, neutraliza el exceso de acidez, gota, reumatismo, estomago, calambres, dolor de garganta.

Su nombre deriva del Frances turquoise, de “Turquía”, que antiguamente abarcaba también Persia (Irán). Esta piedra tiende un puente entre la Tierra y el Cielo, y es sagrada para los nativos de America. Es una piedra protectora y ha sido usada en amuletos desde tiempo inmemorial, influencias externas y contaminantes atmosféricos. Favorece la sintonía espiritual y potencia la comunicación con los mundos físico y espiritual. Es conductora de la energía que libera de viejos votos, inhibiciones y prohibiciones, disuelve la actitud de mártir y permite que el alma se exprese. La Turquesa muestra que la creación de nuestro “destino” depende de lo que hagamos.