30 de septiembre de 2009

ONIX NEGRO

Es una piedra enraizadora que conoce los ritmos de la tierra. Yo suelo utilizarla cuando quiero equilibrar mi tiempo interno con el externo. Es muy difícil mantener el equilibrio en una ciudad donde el tiempo y la velocidad no tienen nada que ver con nuestro verdadero tiempo interior. Y es todo un trabajo poder encontrar ese tiempo real dentro. Esta piedra nos brinda la posibilidad de poder equilibrar los tiempos de cada plano, porque cada plano tiene su propio tiempo: el plano mental es muy veloz, casi instantáneo; el plano emocional es lógico y lineal, es un tiempo que necesita ser digerido; y el plano físico tiene que equilibrar y hacer coincidir todos estos planos.

Si lo que estas necesitando es bajar a tierra y sentir que estas en tu cuerpo, esta es tu piedra. Va a colaborar ademas a que puedas recuperar la paciencia.


Sistema Cristalino: Trigonal
Dureza: 7
Origen: Italia, México, Estados Unidos, Rusia, Brasil, Sudáfrica
Numero: 6
Signo del Zodiaco: Leo

Es Beneficioso para: Decisiones sabias, confianza en uno mismo, centramiento, vigor, audición, constancia, pena, miedos abrumadores, acallar el deseo sexual, equilibrar el yin y el yang, dientes, huesos, tuétano de los huesos, alteraciones en la sangre, pies.

Antiguamente se creía que el Onix tenia un demonio encerrado dentro que despertaría por la noche y sembraría discordia, especialmente entre los amantes. Actualmente, el fortalecedor Onix es una piedra protectora para las noches oscuras y los lugares solitarios. Permite visualizar el futuro y te ayuda a ser maestro de tu destino. Es una piedra de separación que anula viejos hábitos, y resulta útil cuando una relación necesita estabilidad o cuando ha superado su fecha de caducidad y es necesario dejarla atrás. Ayudandote a seguir tu propio consejo, el Onix contiene recuerdos de lo que le ocurrió a su portador, y puede usarse en psicometría. Es eficaz en el trabajo con vidas pasadas para curar viejas heridas y traumas físicos que afectan a la vida actual; ancla en tierra, estabiliza a las personas tendentes a “volar” e imparte autocontrol.